Skip to main content

Cómo proteger a nuestros mayores durante un apagón: riesgos y soluciones

Conoce las situaciones más habituales que afrontan las personas mayores durante emergencias como un apagón y descubre recomendaciones prácticas para cuidarlas en casa de forma sencilla y segura.

En Aldeas Activas sabemos lo importante que es el bienestar de nuestros mayores, especialmente cuando se enfrentan a circunstancias fuera de lo común, como un corte de luz prolongado. Por eso, te compartimos de manera cercana y práctica:

  1. Las principales situaciones de riesgo que pueden vivir en casa.
     
  2. Recomendaciones claras para cuidar de ellos sin complicaciones.
     

Cómo proteger a nuestros mayores durante un apagón: riesgos y soluciones

  1. Equipos médicos sin corriente
    Algunos mayores usan concentradores de oxígeno, CPAP o nebulizadores. Cuando falta la luz, estos dispositivos dejan de funcionar hasta agotar sus baterías, lo que puede alterar su rutina de respiración.
     
  2. Medicinas que necesitan frío
    Tratamientos con insulina u otros fármacos sensibles requieren refrigeración constante. Sin electricidad, conviene mantener la puerta del frigorífico cerrada y, de ser posible, contar con una nevera portátil con acumuladores de frío.
     
  3. Comunicación interrumpida
    La caída de la red eléctrica suele afectar también al teléfono fijo y a los cargadores de móvil. Esto limita la capacidad de llamar a familiares o servicios de emergencia, y puede generar cierta inquietud.
     
  4. Oscuridad y desorientación
    Pasar de luz natural a total oscuridad puede desorientar y aumentar la sensación de inseguridad. Sin transiciones lumínicas, subidas de tensión visual y pérdida de referencias dentro de casa son más probables.
     
  5. Peligro de caídas
    Pasillos, escaleras y baños a oscuras representan un punto de riesgo elevado. Sin iluminación de respaldo, tropezar con objetos o no ver los peldaños puede causar lesiones.
     
  6. Imposibilidad de cocinar y regular la temperatura
    Sin electricidad no funcionan cocinas eléctricas ni microondas, y tampoco los sistemas de calefacción o ventilación. Mantener una temperatura confortable se vuelve más difícil, tanto en frío como en calor.

 

Recomendaciones prácticas para cuidar de nuestros mayores

1. Asegura la energía de sus dispositivos críticos

  • Baterías externas o pequeños generadores para equipos médicos.
     
  • Cargadores solares y bancos de energía para móviles y radios.
     

2. Planifica la conservación de la medicación

  • Neveras portátiles con acumuladores de frío para insulina y medicamentos.
     
  • Etiqueta todas las cajas con la fecha de caducidad y notas de uso.
     

3. Mantén vías de comunicación alternativas

  • Radios de pilas o manivela para recibir noticias oficiales (repasa el kit de emergencia en nuestro Instagram).
     
  • Walkie-talkies en viviendas rurales o con mala cobertura.
     

4. Iluminación estratégica

  • Linternas frontales y luces LED recargables en puntos clave: pasillo, baño y dormitorio.
     
  • Pegatinas reflectantes en escalones y marcos de puertas para guiar el paso.
     

5. Actividades para su tranquilidad

  • Ejercicios de respiración sencillos o playlists de música relajante.
     
  • Juegos de mesa ligeros (cartas, dominó) y lecturas en voz alta para mantener la mente activa.
     

6. Refuerza el apoyo vecinal

  • Crea una red de “padrinos/madrinas” que hagan un chequeo diario por llamada o visita breve.
     
  • Organiza un grupo de WhatsApp para coordinar ayuda y compartir estado.

 

Cómo ponerlo en práctica en tu familia

  1. Crea un checklist familiar para que todos sepan qué hacer y dónde encontrar cada recurso.
     
  2. Ensaya brevemente cada seis meses: comprueba baterías, generadores y la caducidad de tu botiquín.
     
  3. Incluye a tus mayores en la preparación: hazlo con ellos para que se sientan seguros y partícipes.
     
  4. Comparte esta guía con vecinos y amigos: la prevención en comunidad es siempre más eficaz.
     

Con un poco de planificación y estas sencillas pautas, convertirás un apagón en una situación más controlada, donde el bienestar de los mayores está garantizado sin generar alarma. ¡Cuidarnos entre todos es nuestra mejor energía!