Cómo proteger a nuestros mayores durante un apagón: riesgos y soluciones
Conoce las situaciones más habituales que afrontan las personas mayores durante emergencias como un apagón y descubre recomendaciones prácticas para cuidarlas en casa de forma sencilla y segura.
En Aldeas Activas sabemos lo importante que es el bienestar de nuestros mayores, especialmente cuando se enfrentan a circunstancias fuera de lo común, como un corte de luz prolongado. Por eso, te compartimos de manera cercana y práctica:
- Las principales situaciones de riesgo que pueden vivir en casa.
- Recomendaciones claras para cuidar de ellos sin complicaciones.
Cómo proteger a nuestros mayores durante un apagón: riesgos y soluciones
- Equipos médicos sin corriente
Algunos mayores usan concentradores de oxígeno, CPAP o nebulizadores. Cuando falta la luz, estos dispositivos dejan de funcionar hasta agotar sus baterías, lo que puede alterar su rutina de respiración.
- Medicinas que necesitan frío
Tratamientos con insulina u otros fármacos sensibles requieren refrigeración constante. Sin electricidad, conviene mantener la puerta del frigorífico cerrada y, de ser posible, contar con una nevera portátil con acumuladores de frío.
- Comunicación interrumpida
La caída de la red eléctrica suele afectar también al teléfono fijo y a los cargadores de móvil. Esto limita la capacidad de llamar a familiares o servicios de emergencia, y puede generar cierta inquietud.
- Oscuridad y desorientación
Pasar de luz natural a total oscuridad puede desorientar y aumentar la sensación de inseguridad. Sin transiciones lumínicas, subidas de tensión visual y pérdida de referencias dentro de casa son más probables.
- Peligro de caídas
Pasillos, escaleras y baños a oscuras representan un punto de riesgo elevado. Sin iluminación de respaldo, tropezar con objetos o no ver los peldaños puede causar lesiones.
- Imposibilidad de cocinar y regular la temperatura
Sin electricidad no funcionan cocinas eléctricas ni microondas, y tampoco los sistemas de calefacción o ventilación. Mantener una temperatura confortable se vuelve más difícil, tanto en frío como en calor.
Recomendaciones prácticas para cuidar de nuestros mayores
1. Asegura la energía de sus dispositivos críticos
- Baterías externas o pequeños generadores para equipos médicos.
- Cargadores solares y bancos de energía para móviles y radios.
2. Planifica la conservación de la medicación
- Neveras portátiles con acumuladores de frío para insulina y medicamentos.
- Etiqueta todas las cajas con la fecha de caducidad y notas de uso.
3. Mantén vías de comunicación alternativas
- Radios de pilas o manivela para recibir noticias oficiales (repasa el kit de emergencia en nuestro Instagram).
- Walkie-talkies en viviendas rurales o con mala cobertura.
4. Iluminación estratégica
- Linternas frontales y luces LED recargables en puntos clave: pasillo, baño y dormitorio.
- Pegatinas reflectantes en escalones y marcos de puertas para guiar el paso.
5. Actividades para su tranquilidad
- Ejercicios de respiración sencillos o playlists de música relajante.
- Juegos de mesa ligeros (cartas, dominó) y lecturas en voz alta para mantener la mente activa.
6. Refuerza el apoyo vecinal
- Crea una red de “padrinos/madrinas” que hagan un chequeo diario por llamada o visita breve.
- Organiza un grupo de WhatsApp para coordinar ayuda y compartir estado.
Cómo ponerlo en práctica en tu familia
- Crea un checklist familiar para que todos sepan qué hacer y dónde encontrar cada recurso.
- Ensaya brevemente cada seis meses: comprueba baterías, generadores y la caducidad de tu botiquín.
- Incluye a tus mayores en la preparación: hazlo con ellos para que se sientan seguros y partícipes.
- Comparte esta guía con vecinos y amigos: la prevención en comunidad es siempre más eficaz.
Con un poco de planificación y estas sencillas pautas, convertirás un apagón en una situación más controlada, donde el bienestar de los mayores está garantizado sin generar alarma. ¡Cuidarnos entre todos es nuestra mejor energía!